
Los efectos de los días nublados sobre la fotografía dependen en gran medida del grosor de las nubes. En general, las nubes actúan como difusores, suavizan y dispersan la luz. Las sombras duras desaparecen y la iluminación se vuelve más o menos uniforme, llegando a resultar excesivamente plana.

Temperatura de color en un día nublado
Otro efecto de las nubes es el aumento de la temperatura de color para situarse en torno a los 6.000K, más o menos. Esto significa que las imágenes adquieren una dominante azulada.
En fotografía digital, esto es muy fácil de corregir. Se puede ajustar el equilibrio de color a nublado, pero es más preciso realizar un ajuste de blancos manual con ayuda de una carta gris al 18% o blanca. El manual de tu cámara fotográfica te indicará cómo hacerlo. Otra posibilidad es disparar en Raw y modificar el equilibrio de blanco durante la post producción.
Efectos de las nubes altas sobre las fotografías
Las nubes altas y finas que tamizan el sol pero sin llegar a ocultarlo tienen un efecto distinto. Suavizan la luz, pero no eliminan las sombras, con lo cual podemos captar el volumen y la textura de los objetos. También se reduce el peligro de recortar las altas luces ya que permiten captar las luces y las sombras sin salirse del rango dinámico de la película o del sensor.
A este tipo de luz le falta algo de “fuerza” si la comparamos con la luz de un día totalmente despejado, pero es una de las luces naturales mejores que nos podemos encontrar.

Fotografía de paisajes en días nublados
Los cielos nubosos no siempre son de un color blanco uniforme y sin interés. A veces, las nubes pueden proporcionar formas y texturas que las convierten por sí mismos en el centro de interés para una foto de paisaje. En estos casos, suele ser mejor mantener el horizonte bajo y limitar la presencia de cualquier elemento del terreno en la imagen, ya que se verá como una masa oscura y sin detalle. La cosa cambia si hay una masa de agua, pues ésta reflejará la luz del cielo y podemos emplearla para lograr una composición interesante.

En otras ocasiones habrá elementos del terreno que queramos incluir para que nuestra imagen tenga más fuerza. Puede suceder que si exponemos para el cielo, obtengamos el terreno muy oscuro, sin detalles. Y si exponemos para el terreno, las nubes blanqueen y pierdan su belleza. Si en el suelo hay algo interesante que quieras mostrar, puedes recurrir al uso de filtros degradados. Te permitirán oscurecer una parte de la imagen (en este caso el cielo) para igualar su luminosidad con la del terreno.
Otra posibilidad es recurrir a la fotografía HDR. Con ayuda de un trípode, se toman varias fotografías variando la exposición y se fusionan con un programa de retoque fotográfico.

El post proceso de nuestras fotografías en los programas de edición fotográfica también nos permite aclarar u oscurecer ciertas partes de la imagen cuando el rango dinámico de la escena es inabarcable por la cámara. Para obtener los mejores resultados en estos casos, dispara en formato raw y a la sensibilidad ISO más baja de tu cámara. Ten en cuenta que siempre es más fácil recuperar información de las zonas oscuras de la imagen que de las quemadas, por eso debes exponer evitando quemar las luces altas.
Nubes en movimiento
Si hace algo de viento, con ayuda de un trípode y una exposición lenta puedes captar el movimiento de las nubes. En estos casos, el uso de objetivos gran angular suele dar buenos resultados.

El sol entre las nubes
En ocasiones, el sol puede colarse entre las nubes iluminando con sus rayos una parte del paisaje. Suelen ser escenas breves que permiten obtener fotos muy originales y que hay que estar listo para aprovechar.

Fotografía de retrato en días nublados
La luz de los días nublados proporciona una luz homogénea y con poco contraste ya que el cielo actúa como un enorme difusor. De este modo, tus retratos no tendrán esas sombras tan duras bajo los ojos y la nariz que aparecen en los días soleados.