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Iluminación con fuego en fotografía

El fuego ilumina las fotografías con una luz muy anaranjada que tiñe las imágenes con un ambiente cálido e íntimo

El fuego nos fascina a todos desde pequeños: las fogatas, las velas, los fuegos artificiales… Las cámaras fotográficas permiten capturar su luz de un modo que que el ojo no ve, logrando de este modo fotografías cautivadoras. Descubre cómo.

¿Cual es la temperatura de color del fuego?

Las llamas de las velas o el fuego de una chimenea poseen una temperatura de color muy baja, en torno a los 1.500-2.000K, por tanto es una iluminación muy rojiza que crea un ambiente muy particular e íntimo.

El fuego posee una intensidad y una temperatura de color que varía continuamente. Este parpadeo propio del fuego ayuda a crear una luz difusa cuando empleamos tiempos de exposición largos.

Fotografía de un bodegón iluminado por la llama de una vela
La luz de las velas tiene una fuerte dominante rojiza y se extingue rápidamente.

La decisión de corregir esa dominante rojiza depende de la escena y de lo que queramos transmitir, pero incluso a simple vista la luz de las llamas nos parece algo anaranjada.

Cuáles son los efectos de la luz del fuego y las velas en la fotografía

La intensidad de la luz de las velas disminuye rápidamente en cuanto nos alejamos de la llama: es muy brillante en su origen, pero provoca sombras muy profundas. Varias velas pueden proporcionar una iluminación muy suave.

Según el tema de la fotografía, tendremos que optar por dar prioridad a la zona próxima a la llama y perder el detalle en las sombras o bien reproducir el detalle de las sombras y quemar la llama.

En cualquier caso, deberemos emplear un trípode que nos permita exposiciones prolongadas y ajustes de sensibilidad ISO bajos para mantener el ruido electrónico bajo control.

Fotografiando fogatas

Cuando fotografiamos fogatas o fuegos de noche necesitaremos un trípode y recurrir a velocidades de obturación lenta. Como la intensidad de lus luz del fuego disminuye enseguida, lo más probable es que el entorno aparezca negro, a no ser que haya elementos muy cercanos.

En caso de que haya personas alrededor del fuego, lo mejor es medir la exposición en el rostro de éstas con ayuda de la medición puntual de nuestra cámara.

Imagen de Pexels en Pixabay

Fotografía de estelas de luz y fuegos artificiales

En el caso de los fuegos artificiales y de determinados trabajos profesionales que desprenden chispas, lo más interesante es capturar el recorrido de los puntos de luz, que casi siempre describen trayectorias muy definidas.

En estos casos deberemos emplear trípode y velocidades de obturación muy lentas. Es difícil predecir cuantos segundos sin ver el comportamiento del motivo, pero pueden moverse en torno a los 10 o 20 segundos.

Imagen de Free-Photos en Pixabay